Ruega por Ella
lucillita en un taburete
sentada muestra una pierna a la cuerva, su madre detras. lucillita
tiene en el rostro una mirada esquiva, coqueta y codiciosa.
CUERVA: Suerte en dineros
desafortunada en amores. Y estas piernas serán para los cerdos. Niña
dios se ha ensañado contigo.
LUCIA: Pero es muy rico.
SRA: Y muy viejo, y muy
contrahecho el muy marrano.
CUERVA: El caso es
triste, pero no entiendo para qué me quieren aquí.
LUCIA: Yo tampoco.
SRA: ¿Cuánto vale su
silencio?
CUERVA: Depende de cuánto
cueste su secreto.
SRA: Ahora no tenemos
dineros, pero después de la boda serás recompensada como núnca
antes, eso si eres nuestra cómplice.
CUERVA: ¿Y cómo sé yo
que después de que pasen a ser de los ricos me van a respetar la
palabra?
SRA: Porque es todo lo
que tengo limpio. Te hago promesa de duplicar cualquier oferta que te
hagan por decir lo que te voy a contar.
CUERVA: Su hija es mi
testiga.
SRA: Necesito que enseñes
a mi hija a procurarse lo que no va a tener.
LUCIA: ¿Qué? ¿No que
es riquísimo? ¿Qué no voy a tener?
SRA: Sí es riquísimo y
está capadísimo. Plano como una tabla.
CUERVA: Entonces es
cierto que por eso mataron al Santiago.
SRA: Eso no lo sé, lo
que sí sé es que tuvo una caída y ahí fue donde quedó todo.
LUCIA: ¿De qué hablan?
CUERVA: De vergas.
LUCIA: Ah ¿Y qué me va
a hacer falta?
SRA: Eso. Un hombre.
LUCIA: Pero me voy a
casar.
SRA: Y ojalá que otro te
dé lo que tanta falta te va a hacer.
LUCIA: ¿Qué?
LA CUERVA METE LA MANO
ENTRE LAS PIERNAS DE LA NIÑA, ESTA SALTA Y SE RUBORIZA.
CUERVA: ¿Eres virgen?
SRA: Claro que es virgen.
CUERVA: Hasta no ver...
la cuerva se dispone a
revisarla, se Hunde entre sus faldas.
CUERVA: Más cerrada que
una nuez. La más virgen de las virgenes que yo he visto. Tiene mucho
qué aprender, ahora que... el que no sabe no extraña.
SRA: Mi hija no va para
monja, es muy niña todavía pero estoy segura de que con los años
se encontrará con un hombre que le guste o que la seduzca y no
quiero que la vayan a matar por adúltera. Enséñala ya a ser la más
zorra de las zorras, que pueda engañar a un general, a un fraile o a
un eunuco; que aprenda a satisfacerse sin marido que buena falta le
hará por lo menos un rato.2
CUERVA: No es cosa fácil
de aprender tan de jalón.
SRA: La pongo en tus
manos cuerva, no podemos entregarle a ese monstruo una niña
indefensa, prefiero entregarle una bruja o una arpía pero no un
cordero que va al matadero.
LUCIA: Mamá usted
exajera.9
CUERVA: Al matadero.
Empezaremos en el burdel esta noche.
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