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jueves, 24 de mayo de 2012

CAPRICHOS 6


mala noche

 
FONDO Negro. lucillita y la cuerva, enrebozadas de oscuro entran por la derecha, a la izquierda hacia procenio se encuentra una mujer vestida de claro, a quien el viento le levanta las faldas.
CUERVA: Mala noche para que empiece tu enseñanza, no hay clientes.’
LUCIA: ¿Quién va a salir con este frío?
CUERVA: Los que tengan calor por dentro, pero por lo visto hoy la helada les llegó a las entrañas. (A LA MUJER DE CLARO) Hey tú, mejor ve a casa a cuidar de algún enfermo que si sigues aquí fuera será tu último día de trabajo.
MUJER: ¿Y sin dinero qué le llevo al enfermo?
CUERVA: Consuelo hija, que es lo único que todavía no nos cuesta.
MUJER: Ni un trozo de pan, mala noche para tener hambre.
la cuerva saca de entre sus ropas unas monedas.
CUERVA: No se diga que la Cuerva no resuelve problemas, toma y que te aproveche.
MUJER: Dios te bendiga bruja.
SALE APRESURADA.
LUCIA: Buenas bendiciones te dio, malagradecida.
CUERVA: Aprende niña que las brujas necesitamos más bendiciones que las beatas.

Pasan dos mujeres corriendo. llevan las piernas al aire y la saya en la cabeza, blanca. en la cabeza detienen dos sillas, apoyando el asiento sobre ellas. son carmela y dolores. Ya tienen asiento
CARMELA: Cuerva, mira, ya sentamos cabeza.
dolores ríe.
CUERVA: Con lo putas que son ustedes dos más que una silla necesitarían unas poltronas para sentar cabeza.
DOLORES: Bah, peores putas he visto yo casarse en la catedral y de blanco.
CARMELA: Ni quien quiera casarse, mejor vender la chocha a diferente marchante que tenerla a disposición de un fulano por techo y comida.
CUERVA: Techo las estrellas y comida el aire, ¿qué más pueden querer ustedes?
DOLORES: Yo quiero un semental que me aguante el ritmo todas las noches.…
CARMELA: Yo quiero un pulpo que me agarre las dos nalgas y las dos tetas al mismo tiempo mientras me llena el vientre y el fundillo.
CUERVA: Tú Carmela al mercado y tú Dolores al establo.
DOLORES: ¿Y tú Cuerva qué quieres?
CUERVA: Cumplir con mis deberes de maestra, que es lo que me llena de pájaros la cabeza.
CARMELA: ¿Maestra? ¿Otra bruja en la colonia?
CUERVA: No, preocúpate tú, voy a hacer de una virgen, una puta.
DOLORES: qué novedad, por ahí empezamos todas.
salen dolores y carmela.
LUCIA: Pero andan así con las piernas al aire a esta hora.
CUERVA: No te fijes en ese par de descocadas, son el par de brutas más grande que yo he conocido, nada puedes aprender de ellas.
LUCIA: ¿Y qué puedo aprender de ti? ¿A bordar?
CUERVA: Te enseñaré a bordar tales enredos que tus mentiras serán como los más finos encajes.
LUCIA: ¿A cocinar?
CUERVA: Harás tales cocidos que el que los pruebe caerá a tus pies y rodará entre tus caprichos.
LUCIA: Bah, todos han hecho lo que yo he querido siempre.
CUERVA: Te enseñaré a querer lo que no te has imaginado, lo que no has ni soñado. ¿Que todos hagan lo que tú quieres te da placer?
LUCIA: Me gusta.
CUERVA: Pero no te hace babear, como un lechón asado cuando se tiene hambre. Yo te haré revolcarte del gusto.

miércoles, 23 de mayo de 2012

CAPRICHOS 5



Ruega por Ella

lucillita en un taburete sentada muestra una pierna a la cuerva, su madre detras. lucillita tiene en el rostro una mirada esquiva, coqueta y codiciosa.
CUERVA: Suerte en dineros desafortunada en amores. Y estas piernas serán para los cerdos. Niña dios se ha ensañado contigo.
LUCIA: Pero es muy rico.
SRA: Y muy viejo, y muy contrahecho el muy marrano.
CUERVA: El caso es triste, pero no entiendo para qué me quieren aquí.
LUCIA: Yo tampoco.
SRA: ¿Cuánto vale su silencio?
CUERVA: Depende de cuánto cueste su secreto.
SRA: Ahora no tenemos dineros, pero después de la boda serás recompensada como núnca antes, eso si eres nuestra cómplice.
CUERVA: ¿Y cómo sé yo que después de que pasen a ser de los ricos me van a respetar la palabra?
SRA: Porque es todo lo que tengo limpio. Te hago promesa de duplicar cualquier oferta que te hagan por decir lo que te voy a contar.
CUERVA: Su hija es mi testiga.
SRA: Necesito que enseñes a mi hija a procurarse lo que no va a tener.
LUCIA: ¿Qué? ¿No que es riquísimo? ¿Qué no voy a tener?
SRA: Sí es riquísimo y está capadísimo. Plano como una tabla.
CUERVA: Entonces es cierto que por eso mataron al Santiago.
SRA: Eso no lo sé, lo que sí sé es que tuvo una caída y ahí fue donde quedó todo.
LUCIA: ¿De qué hablan?
CUERVA: De vergas.
LUCIA: Ah ¿Y qué me va a hacer falta?
SRA: Eso. Un hombre.
LUCIA: Pero me voy a casar.
SRA: Y ojalá que otro te dé lo que tanta falta te va a hacer.
LUCIA: ¿Qué?
LA CUERVA METE LA MANO ENTRE LAS PIERNAS DE LA NIÑA, ESTA SALTA Y SE RUBORIZA.
CUERVA: ¿Eres virgen?
SRA: Claro que es virgen.
CUERVA: Hasta no ver...
la cuerva se dispone a revisarla, se Hunde entre sus faldas.
CUERVA: Más cerrada que una nuez. La más virgen de las virgenes que yo he visto. Tiene mucho qué aprender, ahora que... el que no sabe no extraña.
SRA: Mi hija no va para monja, es muy niña todavía pero estoy segura de que con los años se encontrará con un hombre que le guste o que la seduzca y no quiero que la vayan a matar por adúltera. Enséñala ya a ser la más zorra de las zorras, que pueda engañar a un general, a un fraile o a un eunuco; que aprenda a satisfacerse sin marido que buena falta le hará por lo menos un rato.2
CUERVA: No es cosa fácil de aprender tan de jalón.
SRA: La pongo en tus manos cuerva, no podemos entregarle a ese monstruo una niña indefensa, prefiero entregarle una bruja o una arpía pero no un cordero que va al matadero.
LUCIA: Mamá usted exajera.9
CUERVA: Al matadero. Empezaremos en el burdel esta noche.

CAPRICHOS 4



En una silla esta sentado EL SEÑORITO don agustín, la luz lo dibuja a él y a sus barberos, RAMON Y JUAN, los deja en las sombras, solo sus manos se muestran agiles y serviciales. sus voces salen de la oscuridad.
SRITO: ¿Y tú Ramón piensas que con los arreglos que le has hecho a mi pelo me vea yo más joven?
RAMON: Más joven de lo que se ve el señorito imposible, su rostro es el de un infante, pero con el corte moderno se verá más buen mozo todavía.
SRITO: Todo ayuda Ramón, todo es ayuda cuando uno se va a desposar con tan delicada criatura como la Lucillita.
JUAN: Si me permite el Señorito felicitarle, la niña es un pan.
SRITO: Una joya más que un pan, Juan. El pan está al alcance de cualquiera, las joyas solo de unos pocos, como yo.
RAMON: Ella es la premiada señorito, que usted parecía no querer sentar cabeza.
SRITO: Ver la muerte de cerca enseña. Mientras me atendía el médico, pensaba yo en lo mucho que la vida se llevaría sin haberme dado: una familia, unos hijos, un hogar propio donde ser él.
JUAN: ¿Y cómo ha sido el romance?
SRITO: El romance no se acostumbra en mi familia, el hombre escoje en la plaza y compra en la casa.
RAMON: Y a qué santo se ha encomendado el señor en su matrimonio.
SRITO: A San Billetes, que es el que más milagritos tiene y hace.
JUAN: La niña debe entonces estar muy complacida, usted tan rico, tan inteligente, tan sobrio, tan rodeado de gente que le estima y le quiere. Debe ser el hombre de sus sueños.
SRITO: A los 13 años las mujeres son más tontas que núnca, se enamoran de un cuerpo y no de sus cualidades intelectuales.…
RAMON: No se preocupe Don Agustín, usted tiene un cuerpo único y estoy seguro que a la hora de cumplir hará a la Lucillita muy feliz.
JUAN: Claro que podría ayudarse de la sabiduría popular.
SRITO: ¿Y cuál es esa?
JUAN: La de la Cuerva, esa prepara unos filtros de amor que nadie ha podido decirse malquerido.
SRITO: Venenos y drogas, en eso se les va el dinero a ustedes.
RAMON: La Cuerva es la mejor encantadora que hay por aquí, dicen que a Don Fermín...
SRITO: ¿El viejo de la botica?
JUAN: Ese mismo.
RAMON: Le devolvió la potencia, las ganas y no solo eso, hizo que la hija menor de la Chupacera, de 15 años, cayera perdidamente enamorada de él, al grado que fue la niña la que por su propio pie se metió en la casa del viejo, sin que él la llamara siquiera.
JUAN: Y de allí en adelante le cambió la cara a los dos, salían poco, pero cuando lo hacían cargaban sonrisas tales que incitaban a fornicio.
SRITO: ¿De verdad?
RAMON: Nada más cierto.
SRITO: Y dónde se consigue a esa Cuerva.­
JUAN: En el Burdel, ¿dónde más?
SRITO: Pero yo no soy afecto a esos lugares y ahora menos que nunca.
RAMON: Nosotros podríamos ir y dejarle mensaje y cita con usted.
JUAN: Pero estoy seguro que las muchachas estarían encantadas con el señorito.
SRITO: ¡Yo no voy a esos lugares! Acaben ya y mañana vendré para ver a esa mujer.
sale a toda prisa.
RAMON: Entonces es cierto eso de que el Santiago dejó al señorito como niña.
JUAN: Tantas jorobas y bolas dios le dió que algunas le hubo que quitar.

martes, 22 de mayo de 2012

CAPRICHOS 3


LA cuerva es una hechicera ALCAHUETA QUE SE DEDICA A HURGAR LOS CADÁVERES PARA SURTIR SU BOTICA DE POCIMAS. LA CUERVA CAMINA POR EL ESCENARIO MUY OSCURO. TOPA CON UN BULTO COLGANTE. SACA UNA VELA Y LA ENCIENDE. SE REVELA EL CUERPO DE UN AHORCADO. APENAS Y LE ALCANZA LA BOCA. APAGA LA LUZ. AHORA APENAS Y SE DIBUJAN SUS SILUETAS. METE SUS DEDOS EN LA BOCA DEL AHORCADO Y TRATA DE JALARLE LOS DIENTES mientras dice la invocación y la va ilustrando con sus movimientos 
MUJER CUERVO (HABLANDO CON EL MUERTO) Ay Santiago, Ay Santiago, eras un bruto Santiago, mira que dejar que te cogieran en la cama con la Chula... Eras ladrón y borracho, asesino dicen ahora, pero no, asesino no, Asesinos otros, los que se hartan de matar de hambre y de frío a los demás, esos son los asesinos, como Don Agustín, no tú que tuviste suerte en ganar un pleito y desgracia en tirar a ese influyente. Ahora que si de algo te consuela parece que perdió lo más querido. Eras bruto Santiago, pero querendón, y ¿cómo no? si podías empalmarte toda la noche, en el burdel te vamos a extrañar Santiago. Eras buen cliente y buen conseguidor de ingredientes para pócimas. Genio y figura hasta la sepultura... Te contaré un secreto Santiago, un secreto que en vida núnca me creíste:
Para hacer que a una la amen se deben tomar las muelas, las uñas, la lengua y el sexo de un ahorcado; dejarlos secar tres noches y tres días luego reducirlos a polvo con un mortero de piedra fina y fría. Entonces quien lo invoca deberá poner una cantidad idéntica de su propia sangre, seca, en polvo fino. Después la persona a la que se ha de enamorar ha de ingerir esta mezcla y se obtendrán resultados maravillosos. Y si no me crees Santiago pregúntale a la chula que entre grito y gemido decía: “los gendarmes Santiago, ya, ahí vienen los gendarmes”. Pero tú eras bruto y perro, parecía que te tenían agarrado el pito. Dice la chula que tuvo miedo de que se la llevaran junto contigo porque no te podían desprender de ella, por más que abría las piernas y te empujaba sus entrañas más te apretaban, dice que la mojaste tanto porque sabías que era la última. Como ésta, que es la última muela de tu boca. Hasta que nos encontremos en el infierno Santiago, a ver si ahí si me castigas como a la Chula. (SALE RIENDO)