La juventud de la diversidad vive una realidad difícil
todavía, cuando se asumen y viven su sexualidad sufren las consecuencias de la
homofobia y la discriminación de su entorno familiar, los chantajes morales y
los prejuicios prefabricados por una sociedad heterosexual los llevan a vivir
el rechazo y en el peor de los casos enfrentarse a vivir en las calles.
Cuando un adolecente se enfrenta a la calle suceden cosas
terribles como la prostitución, las drogas y el alcohol, el sexo sin protección
y el ser presas del crimen organizado reclutándolos como mulas, sicarios y
narcos.
Se convierten en carne de cañón en la sociedad, son los
menos de los menos y después del rechazo familiar el daño al amor propio es
enorme. En la casa de resguardo pretendemos reinsertarlos en la sociedad siendo
una familia y grupo de apoyo sustituto donde el joven pueda crecer su auto
estima y partir del amor propio a una vida plena de oportunidades y seguridad.
Los pasos para trabajar con estos muchachos y muchachas son
muchos y serán particulares en cada caso, pero esperamos que sea un trabajo fértil
y provechoso en el que los chicos y chicas puedan crecer como personas y tener
vidas plenas y fructíferas.
Como parte del CENTRO COMUNITARIO SAMANTHA FLORES GARCIA,
estarán conviviendo con la gente de la tercera edad, serán capacitados en el
cuidado a los enfermos y a los ancianos para que tengan un oficio y puedan
sentirse útiles aparte de poder contar con la oportunidad de estudiar carreras
de su elección y poder tener un espacio propio con la ayuda de la SECRETARIA DE
DESARROLLO SOCIAL en unidades habitacionales que tienen apoyos gubernamentales.
La idea es que tengan donde vivir cuando salgan de la casa de resguardo y
puedan invertir en una propiedad en vez de pagar rentas toda su vida.
Contar con una habitación propia es fundamental para todos
los seres humanos, la diversidad es particularmente sensible en este caso.
Lesbianas, gays, travestis, transgéneros, transexuales e intersexuales deben de
tener garantías sociales de carácter fundamental pues son un grupo vulnerable
expuesto a discriminación, odio, homofobia, transfobia, lesbofobia y demás odios
sociales.
La casa de resguardo es parte del CENTRO
COMUNITARIO SAMANTHA FLORES GARCIA, que pronto estará ubicado en el primer
cuadro de la ciudad de México gracias al apoyo de las autoridades como la
Regencia, el Fideicomiso del Centro Histórico y otras instancias de gobierno.
Los invito a acercarse a este sueño que promete hacer mucho
bien por la juventud y que será semilla que dé fruto y sustento de muchos chicos
y chicas que nos necesitan como sociedad.
¡Qué bello proyecto! Sería interesante si aparte de proveer cuidados a ancianos y enfermos, también hubiera oportunidad para los jóvenes de formar proyectos de negocio distintos, pero siempre en forma cooperativa. De tal manera, se podrían aprovechar aún mejor los diferentes talentos que estén presentes dentro del grupo. De tal modo, se estaría ofreciendo no sólo la opción de preparase para una vida individual dentro la sociedad, sino también una posibilidad de crear un proyecto de vida COMUNAL, como alternativa a lo convencional.
ResponderEliminarEstamos promoviendo eso y estamos abiertos a la asociación comunitaria, viva la vida comunal. Gracias.
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