Feliz domingo de resurrección a todas mis queridas alumnas. Les deseo que pasen un lindo día con sus seres queridos. Nos toca en el lesbocedario la R, la famosa r de erre con erre cigarro, erre con erre barril, rápido corren los carros cargados de azúcar del ferrocarril.
Esa Erre y queremos entrar al tema de la resurrección porque nosotras como mujeres homosexuales hemos sido asesinadas impunemente durante siglos, hemos sido negadas, hemos sido vejadas, hemos sido obligadas a servir sexualmente a los hombres quisiéramos o no por medio de matrimonios arreglados para nosotras. Nos han hecho vivir sintiéndonos una carga económica y moral. Un motivo de vergüenza para nuestras casas y familias. Hemos sido obligadas a vivir encerradas negando nuestra vida erótica en todo tipo de conventos y claustros. Pero es esa vida erótica la que nos han hecho bajar a los terrenos de los muertos para volver a salir a flote en la tierra de los vivos, para revivir.
Las mujeres que tenemos una vida eroticoafectiva por otras mujeres hemos resucitado y ahora nos vemos en el paisaje de las ciudades, ahora nos podemos encontrar unas a otras por medio del internet, o encontrarnos en la vida como cualquiera y darnos la oportunidad de pensar en el amor romántico entre mujeres. Ya no nos pueden arrestar, juzgar, torturar y crucificar o quemar por eso. Resulta que por primera vez en la historia del mundo occidental y judeo cristiano estamos amparadas por la ley y no solo no se nos persigue a nivel estado, se nos protege y se nos procuran nuestros derechos humanos. Históricamente hemos resucitado, aleluya, llenémonos de alegría porque somos hermanas, amigas, hijas, amantes, madres, nietas... y somos cada vez más. Salgamos a las calles tomadas de las manos y celebremos este domingo de resurrección como si fuera el primero después de 2011 años de vivir en la tierra de las muertas.
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